Carta perdida a Pablo

8 de enero de 2010
La memoria te falla Pablo, como acobardada, como queriendo marcharse y dejar el nudo de tristezas y derrotas que te encarcelan al desvelo. Tu nombre, ese que vaga por las lenguas lúgubres y alcantarillas desconfiadas, se ha vuelto humo y tabaco amargo. Pobre título, realmente eres "pequeño", envuelto y sobornado por la oscuridad y todo eso que se intenta ocultar en las soledades.

Déjalo.

- Se mancilla el pecho, la boca, la saliva que espanta, las palabras mezcladas con los gritos, con la voz fuerte, embriagada, la rabia, los versos, la multitud y la nada y todo y el murmullo.

"Se me caen los gestos de los bolsillos"

Me quede sin palabras, Pablo, sin nada que obsequiarte para mañana, sin flores, sin besos, sin sueños o juegos de distancias y lejos y mas lejos, arrugados o completos, sin el brazo adormecido, sin pijama, sin sábanas, viajes, memorias, recuerdos que ya no son recuerdos, sentidos que ya no quieren nada, canciones que son silencio, olores que son silencio, silencios que lo cubren todo, cascadas, colores, cervezas, novedades que ya no son nuevas, mariposas que se han quedado dormidas, peces que ya no quieren ser peces, atardeceres, domingo que vuelven a ser como antes y todo y todo y todo.

A lo lejos, el viento, como boca, como sangre, se lleva al olvido este encuentro y esta carta.

1 Comentarios:

Colorina dijo...

a menudo me siento como el viento, es calido y frío, es invisible, pero se siente.

pablo me gusta como escribes, dejas todo en cada palabra.

cuidate mucho!