La mala historia sigue su curso, hambrienta y cruda, se disfraza a pedazos y días, con sonrisas humanas o minutos de soñar despierto. Como peste va engullendo los párrafos y las hojas y los puntos y las comas.
La mala historia, que a veces lleva tu nombre, espera paciente en las puertas, nerviosa en las ventanas, malhumorada por las noches, vaga sin sentido cuando la comida esta fría y las sillas olvidadas, ocasionalmente se sienta a hacerme compañía.
La mala historia pocas veces habla, silenciosa es una sombra de mirada tristey amarga, lleva el olor de los pierden por cobardía y los colores del café sin azúcar, voz de canción de cuna y ron vinagre, sucia de no acabarse se da una ducha y continuamos andando.
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3 Comentarios:
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Me gustó este.
La mala historia . . . todos tenemos una mala historia.
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