Venenosa

Carta sin fecha, solo con nombre.

Aún recuerdo las ventanas, las luces, el viaje o las falsas esperanzas (...)
- ¡Tocarte dolía mujer! Ahora solo vomito arañas, sillas vacías y te clavas
como besandose sin quedarnos aliento, como un recuerdo equivocado o
quizás una culpa, una excusa, un estorbo de faldas y dientes como ventanas,
como barquitos de papel hundiendose en servilletas o en caricias, sábanas,
a escondidas entre el sueño (...)
Y solo deseo pasados, arrancarte las flores (...) huir de estas moscas,
tragarlas y los momentos arden como bocas para morderme y yo ya no
entiendo (...)
Soy sombrero viejo, alma de volantín perdido, lengua sabor a bronca o a
ladrillo, tu nombre o despedida, congelada, malditamente eterna (...).