Huelo

2 de junio de 2010
Reunidos todos vinieron las despedidas, las muecas indoloras y los rostros censurados por la vergüenza,
la misma historia me contaron los padres de mis padres cuando mataban a los niños por un puñado de sueños maltrechos.

Reunidos se cambiaron las camisas y las barbas intelectuales, algunos cambiaron de color, y esos mismos, tenían cara de perro traicionero.

Cuentan que allá por dónde nadie quiere decir el nombre, engañaron a un pueblo entero, les dieron roles que no terminan en nada y juguetes brillantes para atraer a la esperanza.

Por las mañanas las ancianas murmullan recuerdos perdidos, lloran en canciones romanticas y desabridas, eran otras vidas cuando vino la tormenta.

Se volvera a repetir la historia.

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