Ni nadie.

30 de mayo de 2012
El paisaje monótono de la ventana que ya no se empaña
brilla como recuerdo de las derrotas recientes,
y por los cerros se dibujan las costillas que se estiran
y las nubes son como puñaladas de tus sonrisas
y el asiento se colma del hastío que tengo puesto.
La arena infinita, la ausencia infinita, los cobardes eternos,
el pasado que se niega a quedarse en su sitio
arrasando con todo a su paso, contigo, con el boleto en la mano,
con los sordos y mudos que piden dinero en los viajes,
y la antipatía que entrega el poder de no tener puta personalidad.

No hay palabras nuevas, no hay planes de planear un gran plan,
no hay suficientes cigarros para acompañar a tu ausencia,
a mi ausencia, a la ausencia de todos.
No hay imágenes nuevas, un gran cuadro que se vuelve boca,
y sonríe con burla, con rabia y con burla,
Y si fuera una gran guerra la derrota sería violenta,
y si fuera lo opuestamente opuesto a lo que soy
aún no sería nada,
y si fuéramos dos o tres o los que se necesiten,
pasaríamos sobandonos las heridas que guardamos en la lengua.

La memoria tiene sus manos pequeñitas,
los ojos enormes y obscuros y se despierta por las noches
intentando empañar las ventanas,
hace ya no recuerdo cuanto
tomo sus ropas y se largo a buscar mejor suerte
y yo,
y todos los tú,
nos volvemos demasiado diferentes.

Somos distintos. Tan conchagrandetumadremente distintos.


0 Comentarios: